La siguiente jornada nos movimos al extremo oriental de la Ribagorza, fronteriza ya con la Noguera ribagorzana en Cataluña.
El primer paseo fue por las desoladas calles e impresionante ambiente rural del pueblo de Montanyana.
Después desistimos de llegar hasta Montfalcó debido a la gran longitud de la pista para llegar. Cambiamos el plan por una primera gran recolecta de moras ribagorzanas, y por la visita a la torre de Viacamp, junto a la cual comimos en una mesa de madera, dentro de un paraje fantástico. Gran recuerdo (el video da una cierta idea de ello).
Es una comarca (en realidad dos, Montsec-Estall en Huesca, y el clásico
Montsec, en Lleida) con atractivos indudables y a la que apatecería volver, sin duda.
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