sábado, 5 de octubre de 2024

Alotza - Beleku





arriba: fotos de Ana @anaolab








Itinerario por las entrañas de Aralar y uno de esos amplios rincones bellos (el todo y la nada, al mismo tiempo) como son las campas de Alotza.

Subimos por la normal de Txindoki (gentío) hasta el desvío sobre las pendientes antes del collado final. Nos desviamos hacia Alotza, ese valle suspendido de gran belleza, donde la nada se siente: solo aire y hierba, azul y verde. Y recuerdos de infancia.

Sin llegar a alcanzar Uarrain, nos desviamos a la derecha, hacia la vaga cresta, para alcanzar Beleku.

Desde esta cima bajamos en pronunciado y continuo descenso hasta el collado del Auza Gaztelu (Errekonta).

Desde el collado la bajada al bosque es pronunciada y resbaladiza, así que aun hay que mantener la atención. Más bosque y senda, hasta alcanzar finalmente la pista que sube desde Larraitz y que nos deposita finalmente en el punto de inicio: Larraitz, el Chamonix giputxi.

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lunes, 23 de septiembre de 2024

(A)baño




Primero del otoño, veámoslo así. 

 

Cascada de Aitzondo (Aiako Harria)





 

"... hemos visto una increíble cascada, pequeños ríos entre los árboles, charcas llenas de vida, túneles de origen romano (creo) en medio del bosque, buitres oteando el valle en busca de presas...todo eso se puede ver en las fotos... ". 

lunes, 16 de septiembre de 2024

jueves, 12 de septiembre de 2024

Hoya Continua


"Según el ganadero, que tiene ovejas y cabras, este mastín se estropeó porque de cachorro lo acariciaron. Según él, no hay que pegarlos, pero tampoco acariciarlos, porque están para el trabajo que es defender al rebaño del lobo y no para irse detrás de la gente. 

El caso es que no sabía que les gustara caminar y se ha subido a los 2395 metros del Hoya Continua.

Con lo bonachón que es, se haría amigo de los lobos".

 

martes, 10 de septiembre de 2024

La Vera
































La Vera es una fiesta, un disfrute continuo, una gloria el paso de los días, entre el aire seco y cálido, y el frío del agua que te sacude los sentidos, y que baja de las incontables gargantas que regala la enorme vertiente Sur de Gredos.