El valle
vecino
del de Gaube
qué belleza
y soledad
qué lejano resulta ya
(Hernani, 23.01.19)
Pic Labas (2946 m) vía normal la Fruitiére. Valle de Cauterets-Lutour, Pirineos
Hago memoria en fecha 12 de enero 2007, por lo que no seré muy concreto, me temo.
Alberto y yo tuvimos la oportunidad de salir un par de días el pasado verano, con el objetivo de hacer montañismo clásico. En esta ocasión, el enclave fue el fantástico Valle de Lutour, que ya conocíamos de los intentos y ascensos previos al Pic d’Ardiden.
Este Valle, vecino del más afamado de Vignemale, tiene la típica forma en “U” que delata su evidente origen glaciar.
A mitad de camino de la cima, nos encontramos con el lago de Labas?, también resto de aquellos hielos.
Y sobre aquellos hielos, la mole del Pic Labas, que, bellamente, se yergue al fondo del Valle.
La noche anterior dormimos sobre la hierba y junto al coche, con el cielo infinitamente estrellado sobre nuestras minúsculas aspiraciones humanas.
El tramo trekker hasta el lago (donde se levanta el refugio de …) lo hice con las zapas de trail, para castigar lo menos posible los pies con las durísimas Makalu Sportiva.
Al llegar bajo los primeros espolones del Labas, decidimos no internarnos por el canal NO (de todas maneras nos habíamos pasado de largo la ruta correcta), sino seguir por el sendero de los lagos, hasta el collado, y por las pendientes orientales hasta cima.
Paramos un ratito junto a uno de los ibones, a comer un poco. Seguidamente, tocaba bordear incómodamente el citado ibón, y, superado, acometer el también incómodo ascenso por pedreras hasta el collado Sur (trepada de I). En realidad, no lo llamaría collado sino brecha, pues es bastante estrecha.
Bueno, otras pocas viandas, algo de agua, y tiramos para cima; primero ladeando hacia la izquierda, y luego en zigzag hasta lo más alto. No hay trepada en esta vertiente, aunque a tramos es empinado (I max.).
Llegados a la cima, pienso en que hace unas pocas horas veía la cima desde el fondo del valle, y ahora veo el valle desde la cima. En fin.
Observamos el paisaje, los macizos circundantes: Gavarnie-Taillón, Vignemale muy cerca y espectacular, Palas, Balaïtous, … También nos asomamos a la que habíamos pensado como vía de ascenso, el corredor NO. Lo vemos accesible, y claramente interesante para hacerlo con nieve.
El descenso fue bien, algo pesado por la zona de pedreras, y poco a poco íbamos teniendo claro que aquella tarde de verano iba a acabar con tormenta.
Así fue, y a la altura del refugio, tras otra parada reparadora (vuelta a las zapatillas en los pies), comenzó la lluvia y los truenos y rayos. Azuzados por las inclemencias, atravesamos el valle de Lutour a toda vela, mientras el paisaje cambiaba su aspecto: Nubes envolventes, rocas brillantes pòr el agua y la luz, hierba más verde aun…
Ya junto al coche, la lluvia paró casi totalmente, y pudimos cambiarnos casi sin mojarnos y, sentados en las sillas de camping de Alberto y Rosa, merendar lo poco o mucho que aun nos quedaba.
Alberto y yo tuvimos la oportunidad de salir un par de días el pasado verano, con el objetivo de hacer montañismo clásico. En esta ocasión, el enclave fue el fantástico Valle de Lutour, que ya conocíamos de los intentos y ascensos previos al Pic d’Ardiden.
Este Valle, vecino del más afamado de Vignemale, tiene la típica forma en “U” que delata su evidente origen glaciar.
A mitad de camino de la cima, nos encontramos con el lago de Labas?, también resto de aquellos hielos.
Y sobre aquellos hielos, la mole del Pic Labas, que, bellamente, se yergue al fondo del Valle.
La noche anterior dormimos sobre la hierba y junto al coche, con el cielo infinitamente estrellado sobre nuestras minúsculas aspiraciones humanas.
El tramo trekker hasta el lago (donde se levanta el refugio de …) lo hice con las zapas de trail, para castigar lo menos posible los pies con las durísimas Makalu Sportiva.
Al llegar bajo los primeros espolones del Labas, decidimos no internarnos por el canal NO (de todas maneras nos habíamos pasado de largo la ruta correcta), sino seguir por el sendero de los lagos, hasta el collado, y por las pendientes orientales hasta cima.
Paramos un ratito junto a uno de los ibones, a comer un poco. Seguidamente, tocaba bordear incómodamente el citado ibón, y, superado, acometer el también incómodo ascenso por pedreras hasta el collado Sur (trepada de I). En realidad, no lo llamaría collado sino brecha, pues es bastante estrecha.
Bueno, otras pocas viandas, algo de agua, y tiramos para cima; primero ladeando hacia la izquierda, y luego en zigzag hasta lo más alto. No hay trepada en esta vertiente, aunque a tramos es empinado (I max.).
Llegados a la cima, pienso en que hace unas pocas horas veía la cima desde el fondo del valle, y ahora veo el valle desde la cima. En fin.
Observamos el paisaje, los macizos circundantes: Gavarnie-Taillón, Vignemale muy cerca y espectacular, Palas, Balaïtous, … También nos asomamos a la que habíamos pensado como vía de ascenso, el corredor NO. Lo vemos accesible, y claramente interesante para hacerlo con nieve.
El descenso fue bien, algo pesado por la zona de pedreras, y poco a poco íbamos teniendo claro que aquella tarde de verano iba a acabar con tormenta.
Así fue, y a la altura del refugio, tras otra parada reparadora (vuelta a las zapatillas en los pies), comenzó la lluvia y los truenos y rayos. Azuzados por las inclemencias, atravesamos el valle de Lutour a toda vela, mientras el paisaje cambiaba su aspecto: Nubes envolventes, rocas brillantes pòr el agua y la luz, hierba más verde aun…
Ya junto al coche, la lluvia paró casi totalmente, y pudimos cambiarnos casi sin mojarnos y, sentados en las sillas de camping de Alberto y Rosa, merendar lo poco o mucho que aun nos quedaba.
