Es un lugar común escribir que "pedazo de ruta", "preciosa ruta" o cosas similares... en este caso, lo que la hace tan redonda y recomendable, en resumen, diría que son estos dos aspectos:
- Belleza del entorno, de dimensiones y carácter que me recuerda a cualquier valle del Pirineo Atlántico.
- Longitud y desnivel que ofrecen su dosis de resistencia, se necesita de empeño, ganas. Y solitaria. Acceso: bien por Doneztebe o por Leitza-Ezkurra.
Generalidades: Recorrido en un 80 % aproximadamente por frondoso bosque atlántico (hayedo mayoritariamente), encajado en un bellísimo barranco de saltarina erreka llamado Basakaitz. Lo demás es terreno muy abierto y panorámico (hierba). El monte Ireber es rocoso pero es un ratito de ascenso corto. Mesas para comer en el inicio-fin de la ruta.
Desnivel nada desdeñable de casi 1000 metros, kilometraje entre 17 y 18 km. Unas 5h30 de pateo (quizá algo menos).