El segundo día tras desayunar en La Nogala y despedirnos de David (casa recomendable) hicimos una ruta a nuestra medida; habíamos quedado con Oski por la zona de Valderredible:
Escalada (qué belleza de zona),
Orbaneja del Castillo (un must),
San Martín de Elines (la maravillosa iglesia y el autobús de japoneses),
Polientes (paseo hasta el Ebro y comida de menú),
paseo en coche por Las Loras (impresionante vista hacia la Montaña Palentina),
y el Alto Rudrón (carretera gloriosa, con regalos a cada recodo: ¡¡gracias Oski!!).
En la N-1 retenciones en el entorno de Briviesca (dejá-vu), parada para saludar y entregar las pastas del convento en Gasteiz, y vuelta de noche a Donosti.











