La 1ª etapa tenía final en alto (nada de chorradas de prólogos ni etapas para que las gane siempre el mismo sprinter): Donostia-Castillo de Loarre, un alto de 2ª categoría con asfalto "botoso".
Al igual que otros lugares como pueden ser Hondarribia, El Port de la Selva, Lourdes o Ainhoa, en Loarre uno ve nacer los Pirineos, los Pirineos oscenses en este caso, tan claramente como lo es ver la enorme planicie de la Hoya de Huesca morir a los pies de este gran castillo.
Tras la etapa pirenaica, una de transición pero propicia a escapadas y escarceos varios: Loarre-Ejea de los Caballeros. Se recomienda hidratarse bien, aquí si no levanta el cierzo estamos jodidos; dura experiencia para unos donostiarras, eso de pasar una noche a 30º C. Benditas mosquiteras, en cualquier caso.
el castillo que alguna vez todo niño ha dibujado (Sádaba)
La 3ª y última etapa de nuestra tournée tuvo otro trazado de subeybajas, con metas volantes tan bellas como el castillo gótico de Sádaba y la localidad de Uncastillo, una verdadera y escondida joyita de la provincia maña.
No hay comentarios:
Publicar un comentario