Pic de la Géla (2851 m) intento vía normal Cara Norte. Vallée de Badet, Vallée d'Aure, Pirineos
A. y yo logramos disfrutar de la alta montaña otoñal justo antes de la entrada de lo que debe ser el temporal "definitivo" que asiente el invierno.
No se como, pero como siempre consultando las "master pieces" de M. Angulo, encontré esta zona, con numerosos objetivos interesantes (Géla, Aguilous, Campbieil, Pic de Piau). Nos decidimos por el primero, el Pic de la Géla, al que teóricamente se puede ascender por la "normal" de la Hourquette de Chermentas, o así mismo por la Cresta de Aguilous.
Ya bien entrados en el valle, nos decantamos por la normal de la Cara Norte. El pico se presenta algo extraño, con una configuración poco amable: Mucha mezcla de roca y nieve.
Es muy habitual que, en estos meses de otoño tardío o temprano invierno, pasadas nevadas y posteriores vientos Sur hayan tranformado el manto en una dura y brillante capa que obliga a progresar en todo momento con crampones. Crrrisss-crrrasss, crrrisss-crrrass, mmm... bonita música para el montañero.
Desde la Hourquette de Chermentas se inicia la ascensión al pico en sí misma. Son 400 m de desnivel hasta cima. Se salva primero un primer escalón de nieve y roca, para después enfilar una pala de unos 35º en nieve dura, y cuya base acaba en una brecha que da miedo: Una pared vertical que cae sobre las pendientes bajo la Hourquette.
Al llegar al final de esta pala y, habiendo mi compa pasado el recodo tras las rocas (lu ruta sigue en una diagonal), mis fuerzas mentales me abandonan, al tener demasiado presente lo que hay debajo de mis pies, y no confiar demasiado en mi técnica de cramponaje. Comienzo a destrepar, mientras mi amigo sigue en su ascenso seguro y decidido a cima. En palabras suyas: "El tema era que tenía una pala rara al final con escalones, y tramos más pinos, porque lo normal de cualquier monte del que estés en la última pala, es que veas siempre al otro. Fue ahí lo caprichoso del terreno".
Como era de esperar, nos preocupamos mutuamente el uno por el otro. Además, mi móvil se había quedado en el coche. Las palas superiores siguen la misma tónica de inclinación y exposición: Toda la base de la Cara Norte es una pared rocosa. Afortunadamente, a los 25-30', volvimos a tener contacto visual.
La cima no fue el lugar de disfrute habitual, y solo le dio a A. para sacar unas foticos para "dar fe" (el Luisma dixit).
Durante el descenso, paramos a hacer un poco el gili en el muy helado lago de Badet, y por supuesto, seguimos admirando la enorme y espectacular Cara SE del grupo Cambpieil-Estaragne.
Al volver al coche, hacía tanto frío como siete horas y media antes. La nieve seguía igual de dura, y los esquiadores y trabajadores de la ahora desangelada estación de Piau-Engaly seguían en sus casas, mirando al cielo desde la ventana.
No se como, pero como siempre consultando las "master pieces" de M. Angulo, encontré esta zona, con numerosos objetivos interesantes (Géla, Aguilous, Campbieil, Pic de Piau). Nos decidimos por el primero, el Pic de la Géla, al que teóricamente se puede ascender por la "normal" de la Hourquette de Chermentas, o así mismo por la Cresta de Aguilous.
Ya bien entrados en el valle, nos decantamos por la normal de la Cara Norte. El pico se presenta algo extraño, con una configuración poco amable: Mucha mezcla de roca y nieve.
Es muy habitual que, en estos meses de otoño tardío o temprano invierno, pasadas nevadas y posteriores vientos Sur hayan tranformado el manto en una dura y brillante capa que obliga a progresar en todo momento con crampones. Crrrisss-crrrasss, crrrisss-crrrass, mmm... bonita música para el montañero.
Desde la Hourquette de Chermentas se inicia la ascensión al pico en sí misma. Son 400 m de desnivel hasta cima. Se salva primero un primer escalón de nieve y roca, para después enfilar una pala de unos 35º en nieve dura, y cuya base acaba en una brecha que da miedo: Una pared vertical que cae sobre las pendientes bajo la Hourquette.
Al llegar al final de esta pala y, habiendo mi compa pasado el recodo tras las rocas (lu ruta sigue en una diagonal), mis fuerzas mentales me abandonan, al tener demasiado presente lo que hay debajo de mis pies, y no confiar demasiado en mi técnica de cramponaje. Comienzo a destrepar, mientras mi amigo sigue en su ascenso seguro y decidido a cima. En palabras suyas: "El tema era que tenía una pala rara al final con escalones, y tramos más pinos, porque lo normal de cualquier monte del que estés en la última pala, es que veas siempre al otro. Fue ahí lo caprichoso del terreno".
Como era de esperar, nos preocupamos mutuamente el uno por el otro. Además, mi móvil se había quedado en el coche. Las palas superiores siguen la misma tónica de inclinación y exposición: Toda la base de la Cara Norte es una pared rocosa. Afortunadamente, a los 25-30', volvimos a tener contacto visual.
La cima no fue el lugar de disfrute habitual, y solo le dio a A. para sacar unas foticos para "dar fe" (el Luisma dixit).
Durante el descenso, paramos a hacer un poco el gili en el muy helado lago de Badet, y por supuesto, seguimos admirando la enorme y espectacular Cara SE del grupo Cambpieil-Estaragne.
Al volver al coche, hacía tanto frío como siete horas y media antes. La nieve seguía igual de dura, y los esquiadores y trabajadores de la ahora desangelada estación de Piau-Engaly seguían en sus casas, mirando al cielo desde la ventana.
4 comentarios:
¡¡¡Queremos ver el video!!!
Que buena pinta tiene ese picacho!... Enhorabuena por un día tan guapo!!!... Saludos Esgalleros!!!
Me ha encantado el tema: "una pala rara". Qué bien contado todo, qué familiar me resulta.
Gracias.
Albertus, qué culpa tengo yo si no ves el vidrio... igual es mejor así.
Vidal, un pedazo de picachu, pero madre mía los que le rodean... Campbieil, Gerbats, circo de Barroude, ..., tremendo!
Eresfea, sempre un piacere.
Publicar un comentario