San Pedro de las Herrerías. Valle de Aliste, Sª de La Culebra, Cordillera Cantábrica
estampas de Villardeciervos de un final de verano
23/9/2014. Este día lo pasamos en la Sierra de la Culebra. Toda una lección sociológica, etnográfica, cultural, biológica, y de amor a la naturaleza, a las cosas hechas con cariño y al entorno rural.
La mañana la pasamos en el pueblo, quizá, más afamado de la sierra, Villardeciervos. Allí, agasajados por Isabel -todo vitalidad, todo amor por su pueblo-, la madre de Ana, recorrimos todo el pueblo por dentro y por fuera. Llegamos hasta donde ella recoge las setas, hasta donde bajan los ciervos y casi los lobos. Como era de prever, también nos invitaron a comer, ella y su marido, Manolo. Pollo criado en casa a la cazuela, ay mi madre.
Nada más comer partimos, muy agradecidos, hacia San Pedro de las Herrerías, donde habíamos quedado con Javier Talegón de Llobu Ecoturismo. Con él haríamos una ruta medioambiental por el entorno de San Pedro y después nos dirigiríamos hasta un avistadero a intentar ver lobos en libertad. Nada menos. Tremenda emoción.
- La importancia de los troncos muertos dentro del ecosistema de un bosque
- Los (malditos) roedores roen las cuernas caídas de los cérvidos
- Diferencia entre cuerno y cuerna
- La Culebra sí se considera parte de la Cordillera Cantábrica (una de mis primeras preguntas a Javier)
- Ausencia de contaminación lumínica en La Culebra
- Zarzamoras en las lindes de la carretera; animales de visita
- Avistamiento de huellas: corzo, ciervo rojo, jabalí, lobo
- "Los jabalíes no van al peluquero"
- Excremento de nutria junto al río Aliste
- Aliste viene de "aliso" (árbol de ribera)
- Usos del monte. Evolución socio-económica en la sierra. Deforestación, re-plantación, etc.
- Picadura de avispa sobre roble
- Pino silvestre/pino pinester
- El sabor amargo de la musaraña
- La preciosa historia del lobo y la piña
- Castaños
- Consideraciones sobre el "eco" turismo
- ...
Tras la ruta a pie nos dirigimos al punto de observación donde pasamos a formar parte del 66 % de cliente que no consiguen avistar al lobo. El fuerte chubasco que cayó un minuto antes de que se dejaran ver evitó el ansiado momento, aunque fue muy difícil que el conjunto de la jornada se desluciera. Mereció mucho la pena y creo que volveremos por allí a volver a intentarlo.
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