Escapamos rapidito de la urbanización de Mérida, de esta primera noche de novatos de campervan. Al final no fue mala, dormimos bastante.
Enfilamos ya hacia la Sierra Morena, decididos a internarnos en sus ambientes y delicias. Parada rápida en Zafra para desayunar. Bar muy coqueto; empiezan a desfilar los cafés como Dios manda, acompañados de pan tostado con aceite y tomate.
Fregenal de la Sierra. Entrada en cuesta. Paseo por el casco y cae otro café, esta vez con churros. Aun en Extremadura. Próxima parada: Andalucía.
Jabugo. Tras una carretera muy curvada y frondosa, entramos de manera extraña (estilo la ciudad perdida de Eslovenia) en Jabugo. Recorremos el pueblo a pie, sin que nos llegue a llamar especialmente la atención. Seguimos ruta.
Almonaster la Real. Dentro ya del PN de la Sierra de Aracena y Picos de Aroche. Estupendo casco urbano, en cuesta continua, dentro de un espacio verde, montañoso, con aire de perdido. La iglesia que remata el casco en lo alto es una de esas maravillas que guardan estos lares (y muchos otros lares en España): la mezquita de Almonaster la Real.
Alhájar. Tras otra revirada carretera, escondido en una zona más hundida, se encuentra este pueblo, otro bello ejemplo de la arquitectura de la zona. Disfrutamos de un tranquilo paseo.
Fuenteheridos. Este pueblo nos enamoró. Llegamos para pasar allí la noche, en su humilde cámping, "El Madroñal". El camping se situá en pleno bosque (Aracena es un Parque Natural muy boscoso). Nos acercamos al pueblo a pie, por un sendero que los del camping nos señalaron de mala manera. El camino, en cualquier caso, merece mucho la pena. Pasamos un atardecer de ensueño allí, junto a la fuente de los caños... una gozada. De vuelta a la parcela junto a la Foska, cenamos en la calle, sillas y mesa de campaña, bajo un foco, a solas con los grandes castaños.
1 comentario:
En la primera foto no veo ni el aceite ni el tomate (jeje)
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