"Mientras tuviera delante las palabras, nadie podría controlarlas ni controlar lo que yo obtuviera de ellas. Ni siquiera podrían saber si las estaba mirando sin más o leyéndolas, haciéndolas sonar o entendiéndolas. Era una relación completamente privada y libre y, por tanto, completamente subversiva".
Dedicado a: María Pombo.
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