viernes, 3 de julio de 2009
MJ is dead
Me resulta obligado postear mi visión de la desgraciada muerte de Michael Jackson la semana pasada. Me pilló de vacaciones; escuchaba la radio a través del móvil, a las 23h30 del 25 de junio.
Seguro que las viejas cintas magnéticas de jazz y blues de mi aita, los discos de Glenn Miller, Louis Armstrong, Miles Davies, y a los temas funky de Barrio Sésamo (recordad aquel de las bolas de colores del "Un-dos-tres-cuaaatro-cinco-seis... ") han ayudado mucho a forjar mi adoración desde chavalito hacia la música afroamericana.
De los muchos artistas que me han hecho gozar, M. Jackson, a mis 11 añitos, me alucinó tanto con su disco y video-clip estrella Thriller, casi casi tanto como lo hizo la película Star Wars a mis 7 primaveras (y eso es mucho decir).
A decir de mucha gente, entre la que me incluyo, Jackson alcanzó su cumbre artística con Of The Wall (1979) y el comentado Thriller (1982), ambos producidos por el gran Quincy Jones.
He leído y oído todo lo que he podido desde la fecha (a poder ser siempre las opiniones de la gente que más respeto), pero inevitablemente es imposible ecualizar perfectamente entre lo que te cuenta alguien y tu experiencia y sentimientos propios. Por supuesto no lo lograré yo ahora con nadie, pero al fin y al cabo este blog es en gran medida un diario personal, y, ya que tengo mala memoria, mi manera de recordar cosas.
Y como demostración palpable de que gloriosas canciones pueden tener gloriosas versiones (y con estilos muy diversos), añado una perla, cazada del YouTube, del no menos grande Caetano Veloso.
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1 comentario:
Hoy, Staple Center, LA. Eskerrik asko, Ra, deitzeagatik.
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