La costa de Bizkaia la tenemos aun bastante desconocida, y esta jornada sirvió para asentar algunos conocimientos más sobre ella. La idea original era hacer una ruta (sendero PR) entre Bermeo y San Juan de Gaztelugatxe para luego volver en bus de línea a recuperar el coche.
Sin embargo, el plan mejoró ya que nos juntamos con unos amigos de la ikastola, que conocen Bakio desde pequeños, ese lugar típico de veraneo de muchos bilbaínos...
Así pues, pasando por Munguia y por bastante buena carretera nos plantamos en Bakio en hora y cuarto, creo recordar, desde Donosti.
El recorrido hasta Gaztelugatxe se hace por una carreterita asfaltada que pasa por algún baserri, que nace en el lado oriental del pueblo y desemboca en la zona de bares y restaurantes que da acceso al famoso enclave de la isla unida a tierra por una escalera-muralla.
La comida de tupper la hicimos en los soportales de la iglesia de San Pelaio de Bakio, ejemplo soberbio de románico rural vasco.
De vuelta en Bakio, nos tomamos el café y los helados para los niños en un txiringo muy majo de unos chavales que pasa medio año en Austraia y medio año en Bakio. Se llama La Parra: recomendable, me pareció a mí.
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