El 14 de septiembre teníamos boda en Girona, en la comarca del Gironés, lindando con La Selva.
La boda fue genial, pero no es el motivo principal de la entrada, sino el llamado volcá de la Crosa: el cráter de un antiguo volcán que se encuentra, perfectamente a la vista, algo alejado de la zona volcánica más conocida de La Garrotxa.
El sábado a la mañana estuve corriendo por su perímetro e interior, y el domingo fuijmos a pasear hasta el mirador acondicionado desde donde se contempla.
Un pequeño avance en vulcanología, materia en la que prufundizaríamos días después, en Tenerife...
¡Qué gran boda!
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