lunes, 14 de mayo de 2007

Gabedaille


Pic de Gabedaille/Acué (2258 m) vía normal Countende-Cresta S (F sup). Valle de Aspe, Pirineos









El día del intento al Acherito desde Oza “fichamos” el Pic de Gabedaille. Este bonito monte, que también tiene las acepciones “Signal d’Espelungere” y “Acué”.

Teníamos dos objetivos, que en mi caso iba alternando como priorotario, uno cada día: Pic Bacque, desde Lescun, y éste que nos ocupa y que finalmente hemos ascendido.

El Pic Bacque, en el extremo Sur del Circo de Lescun (en realidad está algo desligado del magnífico cuadro alpino) promete. Promete corredores en su vertiente Occidental, promete un bonito ascenso desde Pont Lamary, y promete una bonita y (espero) acometible cresta hasta el Pico Lariste. Y lo que no promete, porque lo hemos comprobado hoy desde la carretera, fugazmente, es la planta de precioso pico de carácter alpino que muestra desde el valle.

Como dice Eider: “Beste egun batean…”

Por primera vez aparcamos el coche en les Forges d’Abel, junto a la central eléctrica. Es un bonito txoko del Valle de Aspe, que permite el acceso, entre otros, a: Ibon de Estaens, Bisaurin, Aguas Tuertas, Pico y Refugio de Arlet, Valle de los Sarrios, …

La meteorología se va torciendo desde primeras horas de la mañana, tal y como había anunciado meteo france. Antes de las diez, el Bisaurin había desaparecido, así que el puzzle “Bisaurin vertiente Norte” se nos pone difícil de componer. La barrera de la Sierra de Bernera es amplia y alta; el punto culminante debe exigir bastante esfuerzo desde aquí.

Aunque parecía difícil, la pista que lleva al paraje de los pastos de Couecq se pega mucho a las primeras paredes del pico. Vamos por el buen camino, por tanto.

Raquetas. Sí, han sido la pieza clave del ascenso, junto con el hecho de que el mal tiempo haya esperado hasta primera hora de la tarde. Sin raquetas, subir y bajar del Acué hubiera sido muy penoso, y probablemente inviable. Las condiciones orográficas y nivológicas para el raqueteo han sido ideales, y de manera eficaz hemos alcanzado el collado de Contende (2019m).

Desde el collado, lo más evidente hoy era seguir la huella de raquetas previa, que pasa bajo la cresta Norte y accede al pico por la cresta opuesta. Una vez tomado pie en la cresta, en 10’ estamos en la cima. Los últimos metros los hacemos sin raquetas, ya que la cresta se estrecha un tanto, y hay que franquear alguna roca roja.

Las laderas del pico son vastas, y una bonita arista, al Sur, se eriza toda ella nevada. Siete sarrios pasean por la nieve, trescientos metros bajo la cresta.

El descenso lo realizamos por la ruta de ascenso, para no tener sorpresas por la meteo o el terreno. En dos horas estamos en el coche desde la cima.

Como siempre al finalizar la jornada, cumplimos el placentero trámite de cambiarnos de ropa y calzado, y picar algo. Observamos desde el coche, pelín alucinados, las tribulaciones bajo la lluvia de lo que interpretamos un par de guías con dos niños, dos parejas de “turistas”, y otra niña medio lisiada, a la que arrastra el hombre montada en un trineo.

Por primera vez, ya en el eje del Valle, atravesamos el macizo por el ¿esperpéntico? túnel de Somport. Sin mayores atascos, estamos en Donosti pasadas las cinco de la tarde.