sábado, 11 de febrero de 2017

Okoro


 







sony DSC HX1 + snapseed

Okoro (1259 m) travesía Artesiaga-Okoro-Urkiaga. Valle de Baztán, Kintoa, Pirineos

El invierno pasado solo toqué la nieve un viernes a la tarde, tras salir del curro, que me subí a Arano e hice Leuneta en plan visto y no visto. Había que ir a la salida del cole con el bocata de nocilla.

El sábado pasado Txori y yo nos acercamos a Artesiaga con intención de raquetear un buen rato camino al monte Okoro, al cual aun no había ascendido.

Aunque había nieve (había nevado el miércoles), no había suficiente capa para calzarnos las raquetas. El día era precioso, con una suave luz de invierno, oblícua, con bonitos tonos y contraluces.

Para acceder a las rampas finales de Okoro hay que circular como por el perímetro amurallado de un castillo, con un foso entre el mismo y la cima, en forma de profundo valle y arroyo. Así pues, se llega por las lomas hasta el collado de Bustalmorro, para así subir suavemente a Okoro. Amplia cima y grandes vistas a Saioa, Adi, Adartza y Auza, sobre todo. Curiosamente, esperaba disfrutar del grandón Ori, pero el Adi lo tapa.

Descendiendo hacia el collado, resignados a no calzarnos las raquetas, tuvimos la suerte de cruzar dos palabras con el único excursionista que vimos en nuestra ruta. Acompañado de dos canes, nos dijo que venía de Urkiaga (paso de montaña entre Aldude y Eugi) y que se había dado una paliza por la cantidad de nieve que había. Yo me dije: "joder bajar a Urkiaga sería una gozada". Se intuían bonitas lomas, relucientes de un blanco inmaculado, y ls daba el sol... así pues, nos tanteamos mutuamente y decidimos hacer la travesía, con la seguridad de que bastantes montañeros estarían en Adi con esquíes y raquetas, y que seguro que alguien nos subiría en coche hasta Artesiaga.

​El tramo de la travesía hasta Urkiaga fue un disfrute, ya con las raquetas calzadas, con una buena capa que no había sufrido apenas el trasiego del viento, dulcemente posada sobre las praderas y el bosque.

Powered by Wikiloc

Para redondear la jugada, tuvimos la gran suerte de comunicar con Gorka y Sira, que acababan de bajar esquiando del Saioa, y quienes se prestaron a recogernos en el alto y llevarnos hasta el coche. Como agradecimiento y para charlar un rato con ellos, les invitamos a un par de potes en el acogedor Arrobi Borda, bar-restaurante-hostal, situado en la confluencia de ambos vallejos. ​