martes, 17 de noviembre de 2009

Cola de Caballo-Circo de Soaso, Valle del Arazas, Ordesa, Pirineos



En hermosa travesía, llegando a la "Cola de Caballo", bajo el Monte Perdido, con B y un grupo de sarrios en las inmediaciones.

Solos en Zaragoza

vista al salir del hotel

Zaragoza roza los 800.000 habitantes, es la ciudad más importante que nació a la vera del Ebro, es la cuarta o quinta ciudad más relevante de España, está a menos e tres horas de Donosti, y aun así, no la conocía. Tiene, como se suele decir, una "historia milenaria", y por ella han pasado diferentes civilizaciones: Romanos, musulmanes, judíos y cristianos.

Aprovechando los 10 años de noviazgo y mi cumple, B me regala este finde: Zaragoza y Ordesa. Leer aquel e-mail "no te preocupes por la logística... he hablado con mis padres..." fue una gozosa sorpresa, recibida con enorme ilusión y agradecimiento por mi parte.

Con Zaragoza se comete (lo he comprobado estas semanas) ese típico error de quedarse con la imagen que se tiene, sin escarbar: Zaragoza no es una ciudad turística. Te dicen: "¿A Zaragoza?" (Y sin embargo, "todo el mundo" fue a Zaragoza/a la Expo, el pasado año).

V 13/11: Dejamos a los lolailos en Gasteiz, y en dos horas y media entramos hasta lo cocina: Llegamos al hotel sin equivocarnos una sola vez (y no se lo que es un GPS). El alojamiento en cuestión es el Ibis Zaragoza, que está nuevito y perfectamente situado: ¡Frente al Pilar y en un barrio sin OTA! B y yo coincidimos en definirlo como "una albergue de calidad".

Estamos encantados. Solos, en un bello escenario nocturno; con poco equipaje material y mucho emocional.

La Plaza del Pilar de noche es digna de ver y de ser degustada. El telón de fondo, visto desde el lado Este, es sencillamente majestuoso, con la mole granítica que representa Sudamérica como suelo, y la Torre de Zuda como cielo, con una tenue luz iluminándola, haciendo lo real irreal.

Como había que cenar, entramos al Casco Viejo por un lateral, recalando en un garito de esos que apenas quedan por Donosti, con solera y sabor soriano: "El Picadillo". Unas cañitas y unas patatas asadas con carne picada y mayonesa. Muy sabroso y cañí. Empezamos ya a notar la notable amabilidad de los camareros, cosa que a mí, siendo de Donosti, siempre sorprende gratamente.

Seguimos paseando, haciendo una primera incursión, y después nos tomamos un café en un sitio clásico y elegantillo de la zona (nos costaron más los cafés y el patxarán que los pintxos del Picadillo).

Para llegar al hotel, otra romántica pasadita por el Puente de Piedra (el más antiguo sobre el Ebro).

S 14/11: Salimos a desayunar cerca del hotel, para acercarnos enseguida a la Oficina de Turismo en la Plaza del Pilar. Nos informamos, y decidimos hacer la visita guiada a la Parte Vieja, que sale desde la Oficina del Torreón de la Zuda. Antes de acercarnos, recorremos el interior de la enorme Basílica. La visita dura hora y media. Comienza en la muralla romana y finaliza en el exterior de la Seo, y por supuesto es del todo interesante, aunque el guía es novel y no se expresa del todo claramente. Nos da una vuelta por los hitos más característicos de la Parte Vieja.

Destaca negativamente la historia de la demolición (en pocas palabras, por caciquismo) de la Torre mozárabe más alta de Zaragoza (y probablemente de España), en la plaza donde ahora se sitúa el museo de Pablo Gargallo. Esta torre se encontraba inclinada, y lo que podía haber sido la Pisa española, ahora es sólo otro episodio más de la historia negra del arte en España.

Tras la visita, entramos al museo Camón Aznar, que nos habían recomendado. Merece mucho la pena (hay un montón de grabados de Goya, por ejemplo), y además es gratuito.

Es la hora de comer y Vicky nos lleva a un par de bares a picar algo: Una antxoa y una fastuosa ración de alcachofas con foie son la antesala de la comida (a las cuatro de la tarde, horario español).

Por la tarde visitamos el fabuloso y recién reinaugurado Museo Pablo Gargallo. También muy recomendado por Vicky, incluyendo un audiovisual donde ella había colaborado. Recoge una amplia y maravillosa muestra de sus diferentes etapas en la escultura y en otras expresiones artísticas . Un must de cualquier visita no meramente lúdica a la ciudad.



Dada la tardía hora del almuerzo, apenas cenamos algo. Paseamos por el Centro, y acabamos un largo rato en la cola del Plata, el autodenominado cabaret ibérico de Zaragoza ("dirigido" por Bigas Luna; otra efusiva recomendación de Marta y Vicky). Demasiado tiempo de pie, con escasos visos de éxito. "El Plata" triunfa, y como mañana domingo vamos a dormir también frente al Ebro, pues nos permitimos el lujo de meternos a ver "Celda 211", con la firme promesa de volver mañana a ver el espectáculo. La peli mereció mucho la pena y las críticas que había oído no eran exageradas.

D 15/11: Desayuno y en 2h15' estamos en el nevado Parking de la Pradera de Ordesa. Otro lujo del finde: Ir al monte un domingo y no tener prisa por volver a casa. Nos anochece en Torla, tomando un café en un acogedor bar. El día nacía tristón e íntimo, pero en las horas centrales se desperezó para dejarnos disfrutar más del Valle.

Tras ducharnos en el Hotel, El Plata nos esperaba. Disfrutamos mucho del contraste que suponía un día de macizos con una noche de macizas. Los chicos y chicas del Plata hicieron un bonito trabajo, destacando el que iba de trans, que es un verdadero artista, el tío.

L 16/11: Nos quedaba una mañana, y había que moverse: Pillamos un par de bicis en La Calle Indiscreta. Toda la mañana en bici por 0,00 €. Otro pequeño descubrimiento.

Pedaleamos hasta el Palacio de La Aljafería, donde hacemos la visita guiada. Visitamos la zona de la Expo del Agua 2008. Precioso recorrido en bici a ambas orillas del Ebro.

Volvemos al Algo Más a comer de raciones, y cuando los platos se hallaron limpios ya no hubo donde rascar más. Abandonamos Zaragoza felices. Parejas del mundo con hijos que casi nunca salís solos: ¡Escapaos a Zaragoza!

jueves, 5 de noviembre de 2009

Soy un monstruo de las Galletas



Hace un rato, al abrir el Google, me he encontrado con esto. Las recuerdo tan cercanas, esas tardes de lluvia, entre el bocadillo de las cinco y media, el "Tente" y "Barrio Sésamo"...

A día de hoy, en muchas ocasiones me quedo embobado frente a la tele, viendo con mis hijos Heidi, Vicky o a Triki, anunciándoles con gran esmero que "seguro que acaba comiéndose todas las galletas".

martes, 3 de noviembre de 2009

Sin niños en Bilbao


Después del paseo por Izki y la comida en Gasteiz, los astros se unieron para que pudiera pasar con B la tarde-noche y la mañana siguiente en Bilbao. Solos.

Ella venía de Santander, de un congreso, y yo desde Gasteiz, de un candoroso inento al Soila.

Bilbao es una gran ciudad. No es Berlin, aunque sí es una ciudad densa que ofrece, a los giputxis con pocos prejuicios (prejuicios siempre los hay), una interesante visita.

Nada más llegar fuimos a casa de J & J, en la Paza de la Casilla. Judith, casualmente, asistía con una amiga al ballet cubano en el Euskalduna. Las acompañamos.

Para entonces, y gracias al marido de Judith, ya teníamos asegurado el acceso libre esa misma noche al partido en San Mamés, y dos invitaciones para el Guggenheim para el día siguiente. Habíamos aterrizado con la ambiciosa idea de ver en la misma mañana la exposición sobre el arquitecto norteamericano Frank Lloyd Wright en el Gugg., y la de Murillo en el Bellas Artes.

Cenamos en plan modosito pero efectivo, en "La taberna de los Mundos". Para el café encontramos un pub de lo más molón con una camarera de lo más molona. Mientras todo el mundo veía el partido por la tele, o en el propio campo, allí estaba yo con B, disfrutando del cortado y del Etxeko sin hielo y en tremendo copazo. La chavala de la barra hasta nos invitó a un chupito (¿por qué no me ha pasado esto nunca en Donosti?).

Llegamos a San Mamés justo antes de que finalizara la primera parte. Todo "iba bien": El Athletic ganaba 1-0 al pupas, el Atlético de Madrid, con recién estrenado entrenador. El ambiente era tremendo, como era de esperar. El emplazamiento de las localidades era de lujo; estábamos muy cerca del palco (estábamos muy cerca de los presidentes de ambos clubs, y de un personaje aun mucho mucho más importante que ellos: Javier Clemente). ¡Hay que ser un donostiarra muy tolerante para digerir todo aquello!

A pesar de lo bueno que es Forlán, el partido finalizó con el marcador igual: 1-0. Se pudo oir un brutal resoplido de desahogo al final de los 90 minutos. Pensé el drama que podría suponer allí bajar a Segunda. Inimaginable.

Atravesamos todo el Centro para volver al hotel, junto al Nervión. Otro bonito paseo.

El domingo amaneció con el mismo bochornazo; la lluvia no llegaba. Tampoco había prisa. Fuimos directos al museo/fenómeno de masas de Frank Ghery. Como decía, sólo nos gastamos los 2 € de la audio-guía.

La exposición sobre Lloyd Wright es potente, profusa e interesante. Imagino que los estudiantes de arquitectura acudirán corriendo a verla. Un gran arquitecto, visionario y con un punto utópico y hasta inocente.

Estaba claro que al Bellas Artes ya no íbamos a ir. La audio-guía (de gran calidad) había hecho la visita más lenta y enriquecedora de lo habitual en otras visitas a museos, y nos apeteció más acercarnos a Las Arenas, a ver el "Puente de Bizkaia", el famoso puente colgante que une las orillas de la ría entre Las Arenas y Portugalete, y que ha sido el primer monumento de origen industrial en ser nombrado "Patrimonio de la Unesco" en toda España.

Unas cuantas fotos después, y tras comer un pintxo en un "bar de barrio" en Portugalete, tomamos el metro de vuelta a Bilbao.

Tras retirar nuestras mochilas, terminamos nuestro turisteo con un viaje en el tranvía desde el puente de Calatrava hasta la estación de Termibus. Y aquella noche, llegó la lluvia, y llegó en tromba.

Fuego en Pirineos. Collado de Tapla-Irati, Pirineos

la foto, tomada a las 7:10, me la ha pasado un amigo; no es mía, Autor: J.A.G.

¡Que alguien llame a los bomberos, que se quema el Pirineo!

Corres. Izki, Montaña Vasca


El pasado sábado, desde Gasteiz, fui con Aimartxo a Corres, donde se encuentra uno de los accesos a las rutas del Parque Natural de Izki.

Mi idea inicial era subir al Soila, lo que a mí me hubiera llevado unas dos horitas, maomeno. Al ir con Aimar, a los tres minutos de iniciar el sendero, me dice: "Kotxera joan nahi dut", y, un poco después "Bidea bukatzen ari da, ezta?".

Es decir, no es que estuviera cansado, sino aburrido. Más aburrido que una ostra. No tenía ni coches, ni amigos, ni hermanos, ni madre a la vista. Sólo a su padre, figura muy apreciada por él, pero no suficiente motivación aun para darle a la zapatilla.

Así pues, dimos una vuelta por el pueblo, y bajamos, en unos 10', a la preciosa área recreativa junto al río. Apenas jugó en el parque. Eso sí, dio buena cuenta de los gusanitos de La Basi.

Pude disfrutar algo de los colores del bosque de este último fin de semana e octubre, aunque desde las alturas de Soila hubiera sido más reconfortante. Qué duro tiene que ser tener un aita pelma que siempre está pensando en llevarlo a uno al monte.

Pd. No hay fotos, de momento. La cámara está en casa de mis suegros.

Tres Reyes



Tres Reyes (2444 m) integral Valle de Belagoa. Larra-Belagoa, Pirineos

G el impenitente, me cuenta: "El sábado nos fuimos a la mesa desde Belagua, subimos por el laberinto de Larra hasta el collado de Anaye (al que sales desde Lescun). Luego buscando por otra zona de rocas subimos al collado de Ourtest (la subida que usan los franceses).

Hasta la cumbre, 4,5 horas de no ver ni un urogallo por Larra, a tener que pedir sitio para pisar la cima.

La bajada la hicimos por la cresta pasando por Budogia, y vuelta por Larreria al refugio de Belagua: 9h00.

Bonito; la zona de Larra precioso aunque duro: Mucha vuelta, subidas, bajadas, ... "