miércoles, 1 de enero de 2003

Adarra (811 m) vía normal Besabi. Macizo de Adarra, Montaña Vasca


El Adarra es el monte que se ve desde Donosti, el que mayor presencia tiene en esta ciudad. Si no lo cubren las nubes, culmina bellamente la vista de la Avenida de Madrid, si miras hacia el estadio de Anoeta. Es sana costumbre la de subir hasta su cima, y tomar un caldito en su campa, en la mañana de cada 1 de enero.   

grupo: Gorko, Javi, Aiert, Alberto, yo.
fecha: 1 de enero de 2003. 
dificultad, carácter: ascensión fácil, rápida, ladera final empinada y sin descanso. 
meteo: lluvia c/viento durante la subida, Tª templada. 
foto: no (pensaba que la llevaría Iñaki Busto).

m+: Travesía hasta Arano.
route: rst.Adarra-Besabi-Adarra-rst.Adarra 

Esta mañana ha sido la primera del año. La hemos celebrado subiendo al Adarra. Hemos quedado con Gorka, de gau-pasa con Javi (a quien hemos conocido hoy). He recogido a Alberto en Jai-Alai, bajo una intensa lluvia, y después a Aiert, en el Antiguo. A pesar de lo temprano de la hora (hemos comenzado la marcha antes de las 8:30h), ya había alguno que bajaba. Obviamente, con la lluvia caída, el recorrido estaba lleno de agua y de barro. 

He subido con las botas de trekking, que tienen ya mucha tralla, y me he calado los pies. Este año me compraré otras, hasta B. me lo aconseja. En la cima la vista, una vez pasado el pequeño frente, era muy bella, sobre todo hacia la costa vizcaína, muy límpida. El Larrunarri también había quedado para entonces limpio de nubes. Bajamos a la campa que hay entre las dos puntas, a tomar un caldito cortesía del “Euskalduna” de Andoain. 

Un ratito charlando (no hace nada de frío), y empezamos el descenso, con cuidado para no ir recogiendo el barro en el pantalón. A la altura del arroyo (lugar donde se bifurcan ambas vías de la vertiente Norte), nos encontramos con Peio, que se queja un poco de su creciente inactividad. Una vez despedidos G y J y arribados al coche, unos conocidos de Alberto nos invitan a unos pinchos de chuletilla de cordero al sarmiento y a cava; se lo están pasando de muerte en el cobertizo que hay en el parking. 

Les devuelvo a cada uno a su casa, y retorno a casa con una buena sensación de “deber cumplido”. La ducha me deja somnoliento. Después de la comida, me pierdo “Shrek” precisamente por esto: me duermo plácidamente en el sofá.

No hay comentarios: