miércoles, 16 de agosto de 2006

Dolmen de Mairie. Mendibe-Gasteinia, Iraty, Pirineos



fecha 16 de agosto 2006
grupo Eider Uxue Beñat Saioa Jorge Amaia Iñaki
meteo nubes altas, algo más de “botxorno” que el día anterior
foto 060800 mairie (dsc p200)
bibliografía propuestas fin de semana (sua)

routenote

El miércoles día 16 seguía habiendo mucha gente por el pueblo. Mi leche con cereales colacaolizados fueron un relativo fracaso; a excepción de Beñat, implacable con el biberón, los demás niños se aburrieron enseguida del batido.

Por tanto, recogimos el campamento, pagamos al mutiko de recepción, y nos acercamos al centro, a desayunar.

Cerca del ostatua de la noche anterior, se encuentra una panadería que despliega una serie de delicias mañaneras muy apetitosas. El gâteau basque, delicioso. El resto de pastelitos y bollería, tenía pinta de estarlo también.

Subimos al parque elevado a la entrada del pueblo, y mientras los niños jugaban, Jorge y Amaia se bajaron al bar del ostatua a tomar un kafesnea. Tuve que efectuar un marcaje al hombre a Beñat, con unas claras tendencias centrípetas respecto a sus áreas limítrofes.

La caravana parte ya de Donibane Garazi. Salimos hacia Mendibe, a visitar el Dolmen de Mairie, encaramado en un prado sobre un baserri en una zona abrupta del valle, cercano a la base del Col de Burdinkurutzeta (referencia: tercer desvío pasado el frontón de Mendibe). 

Más tarde me recordaron que habíamos quedado en pasar por el Lidl de D.G., para comprar toallitas para el ipurdi del pequeño saltamontes. Yo iba encabezando la comitiva: Despiste.

Yo fui el primero en subir la increíble cuesta que sube hasta el caserío Gasteinia, al pie del dolmen. No me imagino a nadie que viva allí subiendo en bici, desde luego. El baserritarra que me encontré en mi incursión me dio permiso (para subir a Mairie hay que pasar por dentro del caserío) y así mismo me dijo que aparcara arriba. ¿Dónde? Subimos ya ambos coches, y me vi entrando con el Toledo dentro del cercado del caserío, en una pista de grava y hierba, sin posibilidad de retroceso. Di la vuelta al coche en la entrada, pidiendo permiso a los chavalillos que habían subido desde el caserío algo más abajo, alertados por el garrulo que intentaba llegar al dolmen en coche.

Aparcamos algo más abajo, en un cruce que permitía orillar dos coches de considerable tamaño. Comenzamos la marcha. Yo iba repartiendo pistachos entre los niños, quienes de momento iban encantados. Afortunadamente, desde el punto inicial, llegar a Mairie era bastante corto; más de lo que pensábamos en un principio, así que el entretenimiento de los frutos secos fue suficiente.

El dolmen se alza soberbio en la parte más alta de un prado de forma ondulada. En el otro lado del valle, tras las primeras lomas, se erige el Behorlegi, precioso pico que domina el llano de Saint Jean le Vieux. Cerrando el prado por uno de sus lados, el bosque nos ofrece su sombra, que nos dió cobijo de los rayos solares durante el almuerzo: Bocadillos a base del buen pan de D.G. con queso y membrillo, chorizo, etc. Jorge y yo echamos en falta la bota de vino.

Tras retornar a los coches, vimos que era ya el momento de la siesta infantil general, así que decidimos volver ya, por la carretera de Saint Jean de Luz, parándonos cerca de Baigorri, en un bar que Jorge había localizado a la ida. Cerca de dicho bar se encuentra un establecimiento que comercializa productos de la ferme (la granja). Y picamos: Jorge una botella de vino d’Irouleguy, y yo un queso de oveja, de Irissarry, a 17,50 € el kilo. 

Tras el cortado en el bar (1,20 €), tomamos ruta, esta vez ya, directamente hasta nuestras casas.

Hernani, 25.08.06

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