miércoles, 6 de marzo de 2013

Peru Harri Leitzalarrea






El pasado domingo día 3 celebramos la primera salida que organizamos Fer y yo desde el AMPA Amara Berri. Tratamos de hacer algo con un toque diferente a lo habitual, una mezcla de cultura, visita museística, divertimento, homenaje a las tradiciones y descubrimiento de un enclave especial a la vez que desconocido para muchos. Perseguimos también "hacer grupo": mejor a través del contacto directo, pero también ayudados por las herramientas en la red, como el facebook, el presente blog con propuestas de rutas, twitter, carteles en los centros escolares, los mailings de Maria Elena, los concursos en marcha...

No se si las familias participantes nos tenían miedo o es que simplemente son muy responsables, el caso es que la puntualidad matinal en llegar a la fábrica de papel Sarrio en Leitza fue de agradecer.

Por lo que puedo percibir, existe un buen número de familias que están dispuestas a salir al monte, con más o menos ímpetu o compromiso, y que muchas veces lo único que necesitan es un pequeño empujón, un leve guiado en la empresa. Ahí es donde entramos nosotros, en la medida de nuestras posibilidades y habilidades.

La visita a Peru Harri fue todo un hallazgo. Mejor incluso de lo que yo esperaba. Bien es cierto que no estuvo presente el cabeza de familia, el insigne Iñaki Perurena. Una pena no haber disfrutado de mano del protagonista principal de la historia, con su inigualable dicción y euskara bello y cristalino.

Sin embargo, el trabajo desempeñado por su hijo pequeño, Xabier, fue encomiable: Trabajoso, con un ritmo alegre sin ser cansino, muy amable con todos, cariñoso con los niños, realizando todo tipo de demostraciones "prácticas" durante la visita. Mención especial a la introducción al levantamiento de piedras para niños y mayores, y el "momento palanka", cuyo video espero subir en breve a Vimeo o Youtube... las esculturas exteriores, historia, leyendas y mitología, el momento eco y su porqué en la cueva de detrás del baserri, las hazañas, los récords; explicaciones atropelladas imposibles de asimilar.

Pasamos casi tres horas sin que nadie (que yo me enterara) rechistara. Por un precio muy económico. Para visitar Peru Harri hay que llamar al móvil de Iñaki o enviar un email, aunque, como él me confesó, "soy de la vieja escuela y no me arreglo bien con los ordenadores... "

Seguidamente al plato fuerte, atravesamos otra vez Leitza para subir a Leitzalarrea. Allí ocupamos las mesas de Ixkibar (suban Ustedes allí con un buen día, oigan) y nos comimos el plato, el de verdad. Y vino del bueno.

Como soy un caguetas y aplico siempre un factor de seguridad elevado, a las 15:30 ya puse al grupo en marcha hacia Izaieta, una leve inmersión en la frondosidad de Leitzalarrea visitando uno de sus iconos principales: la antigua plantación de abetos blancos de enorme tamaño. Allí hubo un pequeño sorteo de premios. Al principio había pensado subir el bombo del viejo bingo familiar, pero las Apps lo solucionan todo, señores: lo mismo un marcador para apuntar el tanteador de los partidos de chapas, como un botoncito para sacar números al azar.

Como había desayunado pero no re-desayunado (como hacen otros), tuve que parar sin falta en Iruso, antigua casa de camineros, a mitad de camino entre Leitzalarrea y Leitza. Me tomé dos cafés (¡el ansia!). Y una parada más: acopio de miel para casa.

Gracias a todos por hacerlo tan fácil.

2 comentarios:

Sergio dijo...

Genial el montaje para mover tanta gente. Generalmente el que organiza es el que menos disfruta. Ya veo que en tu caso no. Lo único que siento es haberos pisado la nieve de víspera. JUAS.
Nos falta la visita a Peru Harri. Tengo unas fotos de hace tiempo para darle a Iñaki.

eresfea dijo...

Peru Harri me ha hecho pensar mucho desde la visita de hace más o menos un mes. Por ejemplo: resulta chocante encontrar un dolmen "nuevo". Pero... ¿qué pensaría alguien que levantó dólmenes si viera los actuales arruinados (eso que nos parece un dolmen como debe de ser)? Creo que disfrutaría en Peru Harri.
Me embrollo, pero, a lo que voy: Peru Harri me hizo pensar en los juicios artísticos, en cómo juzgamos la escultura o la arquitectura.
Y en el trabajo cariñoso que esa familia se ha tomado.