El erizo
que salta y vuela
por entre las ramas
bajo la cubierta del espeso ramaje
Se oyen también los grillos
en la tarde
Un brillo intenso reflejan las
bellotas
sintiendo que ese sol atraviesa
esas sus cáscaras del color de las cortezas
Hermosos árboles teñidos
del sol
El pez que asoma a la superficie y busca
ese u otro rayo
por entre la brisa
El oso que olfatea
algo, y no sabe qué
La tarde tiene un aire cálido y
silencioso
De no ser por el mirlo
que siempre juega
a la sorpresa
Ando por Muniellos.
-O. Munain-
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