arriba: fotos con el Pixel 6a
¿Qué tiene Castilla y León, que tan a gusto estoy? La belleza sencilla, con un punto áspero, sin regalos azucarados, sino espartanos, calmados...
Esta vez ha sido Soria (ni te la imaginas, qué gran reclamo) y un extremo de Guadalajara (Castilla-La Mancha) la que ha venido a traernos custro días que han sido como a un devolto ir a misa. Con la furgo y una mochila de 20 litros donde ni me ha sobrado ni me ha faltado nada.
"Parajes" degustados en la primera jornada:
Ágreda, donde paseamos y visitamos, con placer y hondura.
Noviercas, donde nos sorprendieron con lo bien que tienen montada la (auto)visita a la Torre árabe (museosvivos.com, al loro).
Almazán, otra joyita con una rotunda a la vez que humilde iglesia románica monumento Nacional.
Y Medinaceli, otra preciosidad de pueblo en un alto (bastante alto), donde degustamos el atardecer tranquilo y asentamos aun más espíritu y estómago con una cena sencilla pero estupendamente cocinada en El Granero (recomiendo).
No hay comentarios:
Publicar un comentario