miércoles, 9 de diciembre de 2009
Alegia-Tolosa. Valle del Oria, Gipuzkoa
Observo con felicidad ciudadana, la proliferación y consiguiente éxito de público, de bide-gorris, vías verdes, senderos accesibles y carriles ciclables y peatonales por nuestra geografía.
Nuestra querida N-I, una vez descongestionada al construirse la autovía, alberga, que yo sepa al menos entre Legorreta y Tolosa, una ruta por la que ciclistas y paseantes mueven sus cachas arriba y abajo.
Nosotros hicimos solo el tramo Alegia-Tolosa, por aquello de curarse en salud; llevamos niños que a veces vienen ya cansados desde casa.
Nos calentamos con un café en esa villa antiguamente conocida como Alegría de Oria, uno de esos pueblos oscuros de estos nuestros valles cantábricos (lo digo por lo de las nubes).
La ruta es sencillísima y transcurre en todo momento junto al Oria. Intentamos, no se si con éxito, que los niños se quedaran con el nombre de valle y río. Al fin y al cabo, es el valle que casi siempre nos lleva a casa, aunque luego el curso del río, que es muy suyo, va y se desvía hasta Orio.
En Tolosa celebraban la semana de la chuleta. ¿Cuántes semanas de celebraciones tienen los tolosarras al año? No saben nada, estos.
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2 comentarios:
Jaja, comentarios siempre lúcidos los tuyos. No he sido yo muy de bici, pero entiendo perfectamente el apunte de los tolosarras. Estamos en esta vida para disfrutar, Iñaki, no para sufrir.
El amigo Bildarratz y sus secuaces no paran de llenar tripas, jaja, menos mal que tienen el Uzturre para bajar la comida. Saludos.
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