lunes, 3 de septiembre de 2012

Viaje por las ramas. Divagando por la Stiria austríaca (Román Piña)


lecturas de verano (I)

Uno de mis problemos es que cuando voy a elegir un libro para leer, suelo pretender que sea de nivel, que de alguna manera tape alguna de mis innumerables lagunas intelectuales, que tras leerlo aprenda algo "importante", y que de paso me pueda servir para quedar bien en alguna conversación futura...

Me daba mucha envidia cuando oía en la radio al entrevistado decir lo de "aprovecharé mis vacaciones para leer tal o cual novela... " mientras me lo imaginaba relajado con el libro en el regazo, en el jardín de su casa de campo con una taza té a su lado.

Este verano he leído dos libritos muy majos, ni importantes ni serios, sino más bien algo macarras, a caballo entre la piscina y el banco de la plaza de Cerezo.

El primero de ellos es este de la foto, el relato de un viaje familiar por los Alpes, plagado de múltiples y divertidas divagaciones.

Pero, incluso obligándome a ser frívolo, he aprendido algo: por ejemplo, que la palabra "taxi" tiene el origen en la dinastía bávara Thurn und Taxis, inventores y gestores del primer sistema postal a nivel europeo. ¡Qué bien hacen los cerezanos en decir "voy a llamar al tasis", en lugar del habitual "llamar al taxi" como lo decimos los supuestamente ilustrados... !

Román Piña también nos habla con sorna del yódel, el famoso gorgorito alpino, de los malos que son los libros sobre viajes, de lo "tenso" que se halla un padre llevando en la mochila a su bebé en una excursión montañera con incierto desenlace, del deseo sexual hacia otras mujeres que no son la tuya... en fin, enternecedor a pesar del escaparate ácido que recorre de cabo a rabo las páginas del libro.

Un placer sin pretensiones: voy aprendiendo.

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