lacónica quedó la mañana en Aiako Harria
guerra psicológica total por parte de prole y amatxo durante cuarenta intensos minutos,
despiste en un cruce de aquí el accompagnateur en montagne,
entrada por la banda de nubes por el viento del NO, el pantano barométrico o la maldición divina de la méteo del Norte...
Total, que no llegamos a Erroilbide. Con las ganas que tenía.
3 comentarios:
¡¡mi reputacion por los suelos!!
Renunciando a cumbre, como los grandes.
Es lo que tienen los ochomiles (en decímetros, como escribió Sergio en su crónica de Peñas). No se rinden tan fácilmente.
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